Originalmente publicada en miamigoelvino.com el 14/07/2017.
Recientemente hemos hablado sobre Barbarot, una bodega en Briones (Rioja), que elabora un vino homónimo a base de Tempranillo y un poquito de Merlot. Hoy hablamos con Bárbara Palacios, propietaria y enóloga de la bodega.
Buenos días, Bárbara, y muchas gracias por tu colaboración. Vienes de una larga tradición vinícola en la familia. Cuando descubriste que lo tuyo también era hacer vino?
Aunque no es idílico, empecé en esto del vino porque era lo que teníamos en casa. Mi padre incluso se enfadó un poco, ya que nunca le había prestado el interés que él intentaba inculcarme. Pero me fui a Burdeos, ahí me tocó vivir y sentir la magia del cultivo de la vid y ya no hubo vuelta atrás… me enamoré de este mundo.
Antes de establecerte en La Rioja, viajaste a Francia, California, Australia y Nueva Zelanda. Después, Chile y Argentina. Qué sacaste positivo de cada uno de estos países?
De cada país se aprende algo, pero sobre todo sirve para irte formando como técnico.
¡De Francia aprendí que el vino viene de la uva! Y que ésta debe ser la estrella de la película, sin una viña sana no podemos conseguir una uva de calidad. Así que se debe dar valor a lo que realmente lo tiene “el viñedo” y, luego, todo lo demás.
California y Australia, me dieron el empujón que necesitaba para lanzarme al mundo y ver que el vino tenía mucho que dar… y yo muchas cosas que aprender.
Italia y Nueva Zelanda, llegaba ya con cierta experiencia y me sirvieron para irme definiéndome y ver qué tipo de vinos me gustaban; como aplicar diferentes técnicas a los míos; descubrimiento de variedades como la Sangiovese o PinotNoir, variedades frágiles, y la necesidad de conocer una variedad para poder luego sacar el máximo de ellas.
Chile y Argentina, sobre todo la última, me afianzaron la oportunidad de trabajar en Pulenta Estate, donde era parte del equipo técnico y no una simple operaria. Esto permitió darme cuenta que era el momento de dar el salto y crear mi propia bodega.
De todas las variedades que has conocido en tus viajes, por qué te atrae más la variedad Merlot?
La verdad no es algo que me viene de los viajes, la variedad Merlot me la encontré en casa. Y he tenido la oportunidad de poder elaborarla en diferentes sitios. Creo que es la gran incomprendida. En el viñedo es un caos, y eso aunque me da más que un dolor de cabeza, al final el resultado es tan bueno que seguiré apostando por ella. En el extranjero: Francia es la cuna del Merlot, y he tenido oportunidad de trabajar con muy buenos Merlots. Pero en Argentina, como conocían mi pasión por la variedad, me dejaron elaborar parte de sus mejores parcelas, y lo disfruté; allá no tienen problemas de madurez… la fruta, la finura y elegancia del Merlot no la tienen en otras variedades.
Ahora de vuelta en casa, qué has puesto en práctica de lo que has visto fuera?
Sobre todo lo que he aplicado es en viticultura, la forma de cultivar el Merlot… Lo que he hecho es copiar el tipo de poda y conducción que se hace en Burdeos, el “guyot doble”. Requiere muchísimo más trabajo, pero creo que el resultado es muy positivo y la planta está más equilibrada.
En lo que respecta al vino, pues sí que realizo deléstages, bazuqueos y tengo destrezas que he adquirido a raíz de viajar y trabajar. Pero creo que debemos conocer cada variedad y adaptarnos a ella; no se puede marcar una receta general para todas los tipos de uva.
Qué tipo de viñedo tienes en Haro?
El viñedo está situado en Haro, a 480 metros de altitud sobre el nivel del mar; protegido por los Riscos de Bilibio y las estribaciones de la Sierra Cantabria. En la zona encontramos un clima suave, influenciado por los vientos de incidencia atlántica. Los suelos arcillo-calcáreos son pobres, de color amarillento, procedentes de las rocas calizas de las montañas que rodean la zona, ampliamente conocidos en la viticultura riojana como productores de la uva de gran calidad.
Podría dividir el viñedo en 4 o 5 partes. El Merlot fue plantado en 1990, el Tempranillo plantado en 1999, esas uvas van dirigidas al Barbarot; el 100% de la parcela de Tempranillo y una parte de la parcela de Merlot, dónde la roca madre es más superficial y las plantas más luchadoras, dan unas uvas que son un manjar. También hemos plantado recientemente Tempranillo, una parcela a unos 500 metros de la parcela principal… el páramo es conocido como Valtracones, parcela plantada con orientación este-oeste, en vaso ¡y promete mucho!
El año pasado se plantó una parcela que tuvimos que arrancar en 2010, ya que las plantas que teníamos no producían la calidad esperada. También hemos adaptado un trocito tierra que llevaba años sin trabajar; hicimos tres terrazas para aprovechar el terreno con una densidad de plantación muy alta.
De momento haces Barbarot. Tienes planes para elaborar un segundo vino?
Si, acabo de sacar al mercado Puppi de Barbarot, mi segundo vino. Con la plantación de estos nuevos viñedos, nos veíamos con la necesidad de sacarle partido. La vid necesita unos años para adaptarse al suelo y ella misma regularse. Y nosotros aprender cómo va a responder y cómo será la fruta que obtendremos. Por lo cual lo nombramos Puppi, nombre que hace alusión a “cachorro” queriendo incluir la imagen de Merlot, como un perro joven lleno fuerza que hay que domesticar. Es un vino mucho más fresco y divertido, mucha fruta en nariz sobre todo cerezas y frambuesas, una entrada potente y de larga persistencia. Un vino que ha estado en barrica durante seis meses; también con un pequeño porcentaje de Merlot, porque me gusta ese toque de frescura y elegancia que le da.
Qué parte de tu trabajo disfrutas más? El viñedo, la bodega…
La verdad es que los dos. El poder ver crecer la viña, cómo evoluciona aunque sea un trabajo muy duro. Cada año es totalmente diferente al anterior. Me encanta tener la impresión que cada vez que te enfrentas a un año, tienes que borrar todo lo que sabías, porque no depende de ti sino del tiempo. Tú puedes intuir cómo van a actuar tus plantas, pero la climatología es una cura de humildad. Cuando crees que todo lo tienes encauzado, de repente te puede cambiar en cuestión de minutos. Y eso, aunque suele dar quebraderos de cabeza, es muy bonito. Poder observar cómo la viña va respondiendo a lo que tú haces en ella. Cómo dice Miguel, mi persona de confianza en el campo, “LO QUE LE DAS, LA VIÑA TE LO DEVUELVE”
Y la bodega, tengo la suerte de que para mí es un auténtico juego. Después de todo el trabajo en el campo, te llegan los racimos y empieza la magia… Desde los muestreos ya vas imaginando cómo va a ser ese vino y te vas adaptando a lo que las uvas te están ofreciendo. Es imposible que un año sea igual al siguiente, así que hay que catar un montón e ir improvisando qué será lo mejor en cada momento.
Cómo te gusta que sea tu vino? Cuál es tu toque personal?
Yo creo que en los vinos hay que buscar el equilibrio. Trabajas durante todo un año para que la fruta esté a punto. A mí me gusta que la fruta esté dentro de la botella y que perdure en el tiempo. Mi toque personal, diría que es ese pequeño porcentaje de Merlot. Elaboro las variedades por separado, pero desde hace un par de años he descubierto que mezclarlas en el momento que van a meterse en barrica es algo que suma a su evolución: la acidez de la Merlot arma la estructura de la Tempranillo, así como la Tempranillo suaviza la potencia aguda de la Merlot. Se complementan y evolucionan mejor.
Qué tipo de crianza hace Barbarot?
Siempre me gusta usar barricas de segundo año, creo que la madera nueva se comería a mis vinos y tengo horror a los vinos donde el roble está muy marcado. Voy a repetirme, pero es importante que la fruta perdure en el tiempo y creo que si lo metiera en una barrica nueva lo perdería. Respecto al tiempo, el vino manda: en 2014 lo tuve 16 meses. En cambio, en 2015 fueron 13 meses… El vino se va catando y, por cata, se decide cuando está listo.
Estás integrada en el colectivo Rioja’n’Roll, junto a otras bodegas de Rioja: Alegre Valgañón, Sierra de Toloño, Laventura, Oliviere Riviere, Artuke y Exopto. Qué objetivos tenéis en este colectivo?
La verdad es que nos juntamos tras la necesidad de hacernos ver y enseñar que, en La Rioja, hay algo más que lo que todo el mundo conoce. Ahí nos dimos cuenta que hay muchas cosas que nos une, el respeto por la tierra y la vid como reza nuestro logo “In grapes we trust”… Más que un objetivo como tal, es una creencia: hay hacer entender que, en Rioja, hay cabida para todos. Aunque seamos pequeños, tenemos ganas de hacer las cosas bien y diferenciarnos.
Qué planes tienes para el futuro?
Planes para el futuro… pues por ahora sacar todo esto a flote, ir abriendo mercados y seguir aprendiendo de la viña. Espero poder sacar cosas nuevas, pero eso irá saliendo poco a poco… no tengo ningún proyecto a corto plazo.
Qué estilo de vino te gusta beber cuando no estás trabajando?
Qué tipo…? todos!! Depende donde esté, época en la que esté y con quien esté… Me encanta descubrir vinos de otras zonas y que me sorprendan, pero necesito a gente para compartirlos… sola no tiene la misma emoción. Creo que es la pregunta más difícil, porque no me puedo decidir por blanco, tinto o rosado,… Te puedo decir que en tintos, me gustan los vinos serios con acidez y potencia.
Muchas gracias, Bárbara!!
Foto (c) James Sturcke