Imagínate un restaurante tan especial del que te han dicho que el dueño es un verdadero experto en vino y que atesora una increíble colección de vinos. Luego imagina que te dicen que existe la posibilidad de visitar la bodega subterránea del local. Una de esas bodegas de las que sabes automáticamente que será algo fuera de serie cuando ves que su acceso está guardado bajo siete llaves. Y entonces, cuando estás dentro, te encuentras en un lugar en el que te gustaría quedarte para siempre, porque no sabes por dónde empezar a mirar. Bueno, amigo mío, ese lugar existe y se llama Lokanda Devetak.
El dueño de este sitio es Augustin Devetak y su restaurante se encuentra en San Michele del Carso, Gorizia, en el nordeste de Italia. Este gran restaurante está situado en mitad de ninguna parte. Sabes que vas a llegar porque la carretera empezó como una autovía de dos carriles, luego pasó a una carretera de un carril en cada sentido y finalmente en una carretera comarcal en la que solo cabe un coche a la vez. Sólo había dos posibilidades: o se acababa la carretera o habías llegado a Lokanda Devetak.
El lugar es encantador, con ese aire rústico que puedes ver en las fotos. Y aunque está lejos de todas partes es muy popular. Tienes que reservar de antemano porque no sólo los lugareños van por allí, también puede ser el lugar elegido por los presidentes de los países vecinos para tener una reunión informal.
La bodega que tiene Augustin es de verdad impresionante. No vamos a decir aquí la cantidad de dinero que tiene invertida en ella, pero es grande. A Augustin le apasiona el vino de Friuli Venezia Giulia, y puedes ver los mejores productores de los alrededores. De la vecina Eslovenia tiene Klinec, Mlecnik, Movia o Simsic. Productores locales como Paolo Vodopivec, Josko Gravner, Marko y Boris Primosic, Sasha Radikon, Stefano bensa de La Castellada o Marco y Livio Felluga harán las delicias de todo winelover. A continuación algunos de los mejores vinos Amarone o Brunello di Montalcino. Y si te gustan los Barolos, este es tu lugar de ensueño. Augustin tiene botellas magnum de Conterno que se remontan a la década de los 1990. Algunos de estos vinos, no sólo Barolos sino también el resto, no los vende. Como una botella de Rosso de La Castellada 1992 que abrió recientemente y que estaba espectacular, según nos contó. Puedes comprar el 2003, pecado al que sucumbimos. Tiene una gran colección de añadas de Sassicaia, botellas regulares y mágnum y todo el champagne y vinos de Borgoña que se te ocurra.
Así que fuimos a este sitio a cenar y lo primero que quisimos hacer, después de casi perder el sentido en el sótano, fue escondernos en alguno de los recovecos que había pero Augustin estaba muy atento a nuestros movimientos, así que fuimos a cenar y le pedimos que eligiese los vinos por nosotros. Y fue una gran acierto.
Con el primer entrante, nos sirvió una copa de un espumoso esloveno llamado Sinefinis Rebolium Brut MMXII, producido con la versión eslovena de la Ribolla Gialla, una uva que hemos descubierto recientemente y de la que estamos enamorados. Después, con el segundo entrante, un Malvasia 2013, DOC Isonzo Del Friuli, de Azienda Agricola Mauro Drius. Muy fresco y muy agradable Malvasia.
Con el primer plato principal, Pasta alle funghi y tartufo, disfrutamos de un excelente Malvasia 2013, DOC Carso-Kras, de Azienda Agricola Castello di Rubbia, un vino cuyo mosto permanece seis días macerando con las pieles. Excelente vino que hacía nuestras delicias. Finalmente, con el plato principal, solomillo de jabalí con polenta, un Refosco Del Pedunculo Rosso 2011, DOC Friuli Colli Orientali, de Livio Felluga. Es esta una uva a la que seguimos sin cogerle el tranquillo, pero era agradable de beber.
Un postre de chocolate, poco para no abusar y mantener la forma. Para acompañarlo, qué mejor que una Grappa elaborada con Ribolla Gialla, Grappa di Monovitigno Ribolla de Nonino.
Una gran cena, un gran lugar. Gracias, Augustin, por la experiencia.