Nataša Černic es una de esas personas a las que puedes estar escuchando hablar sobre vino durante horas. Es tan apasionada de su trabajo que te hipnotiza con su conversación. Le encanta lo que hace y lo percibes enseguida mientras te habla. Como hablamos reciente mente en un artículo sobre Azienda Agricola Castello Di Rubbia, Nataša tiene una pasión por experimentar con sus vinos para producir diferentes cosas. Tuvimos ocasión de probar algunos de estos experimentos hechos con la variedad Malvasia y eran algo de verdad increíble. Hoy hablaremos con ella sobre su pasión.
Buongiorno Nataša, y muchas gracias por tu colaboración. De dónde sale tu pasión por el vino?
No puedo hacer anda sin pasión. La he heredado de mi madre.
Has elegido la Malvasia como la variedad para hacer experimentos. Por qué ésta en concreto?
La Malvasia es una uva increíble. Sé que todavía no he entendido todo su potencial, así que pruebo a jugar con ella, de diferentes maneras, con diferentes tiempos. Cuando siento que hay algo especial,, algo que merece la pena en las uvas, dejo que mi imaginación vuele. Es de este modo que nació Cadenza d’Inganno.
Utilizas largos periodos de contacto del mosto con las pieles. Eliges este periodo de antemano o a base de ir probando?
Intento ver hacia dónde vamos a través de la reacción del mosto con el contacto con las pieles.
Pudimos probar tu experimento con la Malvasia 2011 y era algo realmente fabuloso. Puedes explicarnos como lo has hecho?
Me encanta el Passito Bianco. Me tiene enamorada, nada más que explicar. Creo que la Malvasia puede dar un gran Passito. En cualquier caso, para mí es un misterio cómo elaborar un Passito. Todo empezó cuando vi la botrytis nobile, un fenómeno único, en la Malvasia en agosto/septiembre de 2011 y quise probarlo. Perdimos el 70% de nuestra cosecha secándose en las plantas.
El contacto con las pieles es una experiencia de verdad, más todavía la fermentación… una lección vital. Decidimos enfriar el mosto bajando la temperatura a dos grados bajo cero. Con una gran sorpresa y lágrimas en los ojos, recuerdo mis pensamientos cuando vi la lenta y segura fermentación trabajando a esa temperatura. Los aromas eran extraños, pero eran buenos, nunca antes los habíamos sentido en nuestra bodega. Las levaduras estaban tratando de sobrevivir y vi el poder de la vida. Más aun, aquel domingo a mediodía las campanas de la iglesia estaban repicando, apagamos el control de temperatura para permitir que el vino evolucionase hacia donde se suponía que debía hacerlo. El vino fermentó durante meses, no voy a decir cuantos, nadie me creería, con esos extraños pero buenos aromas. Luego se paró la fermentación, con algo de azúcar residual pero no lo suficiente para hacer un Passito.
Mientras tanto, la fermentación maloláctica se había completado. No me importó. Sabía que podía ser un gran vino. Cuando nació el vino. Solo se me ocurrió un nombre para él, asociado a mis estudios de música: Cadenza d’Inganno, una secuencia de acordes que lleva a una sorpresa, una frase musical que no termina como esperas. Te sorprende con una sensación de “no puede ser, esto está mal!” primero y luego otra de “por qué no?”. Esto ocurre en la música, en el vino y también en nuestras vidas. Mi imaginación al probar este vino, aceptando la ruta que tomó, me tiene cerca del infinito…
Cuál es tu objetivo al hacer estos experimentos?
Descubrir la vida.
Has pensado en experimentar de esta manera con variedades tintas?
El Teran 2004, el primero de nuestra historia fue también un experimento, pero no en la vinificación. Te contaré su historia. Unas vides de tres años de edad dieron su fruta. Una barrica de Teran quedó olvidada en la bodega. Dejada por todos como algo no importante, pero no por mí. La chequeé algo más tarde, segura de que sería bueno. 10 años más tarde decidí embotellarlo, ningún signo del paso del tiempo, un campeón!! Lo siento, no se vende.
Mi primer experimento sin declarar fue Teran 2007, cuyo nombre podría haber sido “Puro” pero después descubrí que ya estaba registrado, así que abandoné la idea y lo tomé como un primer paso hacia mi propio universo.
Uno de los experimentos declarados con un resultado histórico es el Teran 2011, cuya historia es muy similar al Cadenza d’Inganno. Recuerdo su acidez antes de vendimiar la uva, con 15 grados de alcohol potencial pero no lo típico en Carso, pero el clima estaba cambiando. Llegó la hora de la vendimia, puesta en acción. Contacto con las pieles durante 24 días, fermentación muy larga, no voy a decir cuánto, nadie me creería. Siete vinificaciones diferentes, debido a fermentaciones alcohólica y maloláctica muy complicadas que no terminador bien para su puesta en botella. Pero acabó por terminar, encontrando de alguna manera su balance. Lo embotellamos pensando que podría cambiar. Y nació otro campeón, cuyos niveles de antioxidantes eran increíblemente altos. El vino tiene una capa muy alta, no puedes ver a través de él, más que un Teran, más que un vino. Su grado alcohólico es 14,77º. Ocurrió, y estamos encantados con haber formado parte de él.
El consejo de la DOC, teniendo en cuenta el Teran 2011, nos dio un gran consejo: toda la añada 2012 debería ser RISERVA. Unas 1300 botellas de 3 hectáreas (9000 vides/hectárea), ese año obtuvimos 8 quintales por hectárea. Recuerdo a mi padre furioso. El resultado sigue en nuestra bodega. Otro gran campeón.
Cómo respondería la variedad Vitovska a este tipo de experimentación?
La fantástica Vitovska es una variedad completamente diferente, siempre muy lenta, tanto en el viñedo como en la vinificación y la crianza. Su piel es más gruesa por lo que requiere de más tiempo de contacto con las pieles. Cada año hacemos 4-6 vinificaciones diferentes, que suelen ser algo similares. El factor diferenciador es siempre el Tiempo: en la maduración de las uvas, la fermentación, la maceración, la crianza… Todo va muy despacio con la longeva Vitovska.
Cómo son los vinos hechos con la Vitovska?
Siento estos vinos como vinos felices. Quiero decir que han pasado por todos los procesos de un modo natural y a su debido tiempo. El resultado es un vino estable, sin esa electricidad que encontramos en un vino joven sin fermentación maloláctica, que tiene algo de tensión como resultado de un proceso natural que ha sido detenido por el elaborador para obtener algo a mitad de camino, un compromiso. No me gustan los compromisos…
No trabajas con la Ribolla Gialla, una variedad local muy popular en Friuli-Venezia Giulia.
No, no lo hago. Creo que cada uno debe expresar lo mejor posible tu terroir. Estamos en Carso-Kras, no en Collio–Brda.
Utilizas también la Cabernet Sauvignon.
En realidad, las 7000 plantas de Cabernet Sauvignon se están muriendo lentamente, el clima está cambiando y las plantas reaccionan mal. Las variedades locales como la Teran son más fuertes y pueden soportar elcamibno climático. La Teran es una planta salvaje, necesita espacio. La plantamos muy junta y se proyecta hacia arriba. Siempre buscamos la mejor manera para cultivarla.
Qué clase de barrica utlizas?
Solo de madera de Eslavonia, roble y algo de acacia también.
Qué estilo de crianza prefieres? Madera, tanques de inoxidable?
Lo cierto es que lo que prefiero es lo que el vino necesita.
Cuál de tus vinos te dan más satisfacción para trabajar?
Teran.
Qué estilo de vino te gusta beber cuando no estás trabajando?
Tintos, profundos como los de Lagrein
Planes para el futuro?
Muchos 🙂
Grazie mille, Nataša!