Giorgio Clai. Dimitri Brezevic. Dos grandes tipos con quienes compartir una copa de vino. A veces, eso es todo lo que necesitas para disfrutar de la vida. Una conversación sobre la vida, una conversación sobre la naturaleza, sobre cómo combinar naturaleza y vida para hacer que valga la pena trabajar con el vino. Y sí, se conversa también compartiendo un poco de jamón y queso. Y se convierte en una gran experiencia cuando miras por la ventana y está nevando mientras que dentro, la estancia es cálida y acogedora. Entonces, te das cuenta de lo que significa compartir tiempo de calidad con personas como ellos. Porque de eso se trata la vida, ¿no es así?
Conducir noventa minutos bajo fuertes lluvias y nieve es todo un desafío, sobre todo si añades camiones y viento. Incluso un sábado por la mañana de febrero, la autopista A4 que atraviesa el Piamonte, el Véneto y Fruili Venezia-Giulia se adentra en Eslovenia a través de Koper y luego te lleva a Croacia, adonde entras todavía por un paso fronterizo formando una larga fila de coches. En esta autopista hay muchos camiones, incluso para ser fin de semana, y si miras las matrículas, puedes ver camiones procedentes de países muy lejanos de sus casas.
Según te acercas a tu destino, las carreteras se estrechan. De una autopista de dos carriles a una carretera de un solo carril, luego a una carreta comarcal y después a un camino vecinal más estrechos en un pueblo llamado Krasica. Empiezas a pensar si te perdiste un giro en algún lado, pero el navegador te mantiene apuntando en la dirección correcta. Al final alcanzas a ver en el lateral del camino una señal con el nombre de la bodega, así que respiras aliviado porque si no llegas pronto, puede que la nieve tape todo, porque por delante ya solo queda un poco de asfalto rodeado de árboles.
Allí encuentras Clai Wines, en la cima de una pequeña colina. La nieve está ya cubriendo el suelo, con el techo de nubes cada vez más bajo y no se puede ver más allá de 100 metros. Las nubes son gruesas y bajas. Entonces te das cuenta de que necesitas volver a tiempo para el evento de la tarde, con lo que hay que darse un poco de prisa.
Dimitri es medio-francés, medio croata, pero bueno, nadie es perfecto. Él no escogió venir a este mundo en Francia. A pesar de ello, es un gran tipo. Allí estaba para darme la bienvenida con una gran sonrisa, a pesar de que el camino, la nieve y los camiones habían hecho que llegase, uhmm… un poco tarde.
La habitación principal estaba bien caldeada, perfecto con el clima de fuera. Y era genial estar allí por fin. No solo por haber llegado este día, sino porque habíamos colaborado meses atrás en la preparación de un artículo sobre la bodega y sus vinos, y luego con la entrevista con Giorgio. Dimitri es la mano derecha de Giorgio. Empezó a ayudarle hace unos años, y con el tiempo su rol se fue expandiendo y su importancia en la bodega creció. Dimitri es también enólogo y uno muy bueno también.
Mientras entrábamos en calor con un café, comenzamos a hablar sobre los vinos y la bodega, y un tiempo después, Giorgio entró en la bodega. Fue muy bonito tenerlo con nosotros. Él es uno de los enólogos más respetados en Croacia, si no el que más. Sentados alrededor de una mesa, con algo de comida, abrimos la primera botella: Sv. Jakov 2015 Malvazija, su maravilloso Malvasia Istriana. Ya había disfrutado con anterioridad de otras añadas de este vino, algo increíble, tan elegante y fascinante. El mosto pasa por maceración con las pieles durante un período de entre dos y cuatro meses, dependiendo de la añada, en cubas abiertas sin adición de levaduras o enzimas seleccionadas. Luego el vino envejece en grandes toneles de madera de 25 hectolitros. En 2015, la producción fue de 6.000 botellas.
Después de este vino, ya me podía volver a casa, tan bueno que estaba pero había más. Dimitri abrió una botella de uno de sus vinos monovarietales tintos: Brombonero Refošk 2015, producido con la uva local Refosco. La misma vinificación que la Malvasia y con una producción de 4.000 botellas en esta añada. Nunca fui un apasionado de la uva Refosco/Teran. Ahora ya me he convertido en un verdadero creyente. ¡Muchas gracias, Dimitri y Giorgio!
Finalmente, Dimitri abrió un vino espumoso: PjenuŠavo, elaborado con Malvasia Istriana, Chardonnay y Plavina. Este vino se produce con el método clásico de fermentación en botella y envejece durante 24 meses sobre sus lías.
Ah, y también probé el aceite casero que hacen. Increíble.
Giorgio habló sobre cuán importante es hacer vino de una forma natural, sin uso de productos sistémicos, sin productos químicos, sin maquinaria, sin manipulación de los niveles del vino. Está muy orgulloso de poder decir que cuando caminar por sus viñedos con sus nietos, estos pueden comer uvas directamente de la vid, sin necesidad de limpiarlas con agua, ya que son fruta limpia. También cree en hacer el trabajo en la bodega y en el viñedo cuando tienes que hacerlo. Hablamos sobre cuántas veces había dormido en la bodega, porque había trabajos que hacer por la noche que no podían esperar al día siguiente. Ahora, decía Giorgio, era el momento de Dimitri para hacer estas tareas y dormir en un colchón en el sótano.
Dejó de nevar. Por desgracia, teníamos que volver a Friuli para nuestra cata de vinos Mediterráneos elaborados con Malvasia, pero nos aseguramos de que la próxima vez volvería con más tiempo para disfrutar juntos. Y con más vino también, tanto los suyos como algunas botellas de vino español.
La vida en su mejor momento. Gracias Dimitri, gracias Giorgio. Nos volveremos a encontrar pronto en el futuro.