Manu Requena y los vinos naturales de Vinos Indar

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Manu Requena, Vinos Indar

Manu Requena viene de larga tradición familiar agrícola y vinícola. Las nuevas generaciones siempre suelen moverse en dirección opuesta a sus predecesores y eso es lo que ha hecho Manu. Desde los tiempos de su tatarabuelo, aunque fue su tatarabuela quien plantó el primer viñedo allá por 1935, se ha hecho vino en su familia, en la noble villa de Socuéllamos, provincia de Ciudad Real. La familia lo comercializaba hasta que en los años 50 del siglo pasado se implantaron las cooperativas en su pueblo. La tradición decía que el vino se criaba en tinajas y también en depósitos de cemento.

Manu decidió dedicarse a hacer vino cuando contaba con 22 años y optó por hacerlo de una manera más respetuosa con las uvas, los viñedos y con el propio vino. Y así fue como empezó a adentrarse en el mundo del vino natural.

Desde entonces han transcurrido ocho añadas (o son ya nueve?). Manu utiliza uvas provenientes de ocho hectáreas de viña certificadas en ecológico desde hace 20 años. Sin embargo, no fue hasta 2020 cuando Manu decidió sacar al mercado los vinos que elaboraba. Primero dos vinos, con unas escasas 2.000 botellas en total. Desde entonces ha crecido hasta las 7.500 botellas que elabora en la actualidad. Airén de vides de 90 años, Cencibel, Parellada y Macabeo son las variedades que utiliza para sus vinos.

Además de los viñedos familiares, Manu tiene proyectado recuperar viñas abandonadas de variedades autóctonas como la Tinta Velasco o la Crujidera. Un proyecto muy bonito que llevará algo de tiempo, pero tiempo y pasión son dos virtudes que Manu atesora, por lo que seguro que todo sale adelante.

Ya sean 1.000 o 7.500 botellas, esto es algo más que lo que puede hacer Manu por sí solo. Por ello tiene la suerte de contar con el apoyo de su familia y amigos en todas las faenas de laboreo y de bodega, incluyendo el diseño de las etiquetas. Y hay que decir todo esto porque Manu también es persona agradecida.

He comentado que Manu empezó a vender sus vinos en 2020. Para ello escogió el nombre de Indar para su bodega. En euskera Indar significa fuerza y también significa azada en castellano antiguo. El euskera viene de un periodo en el que su familia paterna emigró a Bilbao.

Sus dos vinos con mayor producción son Lebrel, elaborado con Cencibel, Airén y Macabeo, con poco más de 2.500 botellas de la añada 2021, e Indar, elaborado con Cencibel y Parellada, con unas 1.300 botellas. Este vino es el que ha atrapado mi corazoncito, ya que fermenta con las pieles 40 días y después del prensado pasa a tinajas durante ocho meses, ya que Manu considera que este recipiente respeta mucho más la uva.

El resto de la producción de Manu consiste en siete vinos con diferentes cantidades de botellas, llegando tan solo a las 140 un vino de vendimia tardía con quince días de maceración con las pieles que se llama Candongo.

He tenido la suerte de probar algunos de sus vinos de las añadas 2019 y 2020, y tengo que decir que lo que he probado me ha gustado. En sus vinos se ve que hay conocimiento, pasión, y sobre todo una gran ilusión por lo que hace y por el camino que quiere recorrer. Quiero visitar a Manu y probar más vinos suyos, más añadas, y estoy seguro de que me van a gustar mas todavía, porque cada añada es un aprendizaje y una fuente de experiencia para la siguiente añada. Si te gustan los vinos naturales elaborados con pasión, no dudes en probar los de Manu Requena. Para que nos entendamos: molan mucho.

En este enlace puedes ver un vídeo sobre Manu.

Pronto hablaremos con Manu Requena sobre sus vinos y su filosofía vinícola.